¿Listo para dejar de lloriquear y empezar a vender como Dios manda?
Siete días. Un teléfono. Y cero excusas.
Únete al Reto de Prospección Telefónica y empieza a hacer lo que el 95% no se atreve: levantar el puto auricular y cerrar ventas.
No más “mañana empiezo”. No más “es que me da cosa llamar”.
Solo acción. Cruda. Real. Rentable.
Inscríbete ahora y mañana a las 7:00 AM recibirás tu primera hostia motivacional.
Digo… tu primer desafío.
Vamos, que ya va siendo hora de dejar de esconderte detrás del ordenador.
Si tienes un negocio tienes que prospectar… esa es la jodida realidad.
Si lo haces, estos son los beneficios
Te dejas de excusas y te pones a currar.
Tu bandeja de entrada se llena de oportunidades, no de newsletters cutres.
Empiezas a entender de verdad a tu cliente, no lo que tú crees que quiere.
Rompes el hielo con desconocidos y te acostumbras a no ser un muermo social.
Cada día mejoras tu pitch sin darte cuenta.
Te inmunizas al rechazo. Te dicen que no y te la suda.
Generas más oportunidades de las que puedes gestionar. Y eso, amigo, es poder.
Detectas antes qué tipo de cliente vale la pena y cuál es un pesado.
Afinas tu radar para encontrar gente con pasta.
Conoces sectores nuevos sin tener que pagar por un MBA.
Te haces visible. No eres un fantasma más en LinkedIn.
Pules tus objeciones porque te las repiten 20 veces al día.
Aumenta tu confianza sin necesidad de cursos de autoestima.
Estás tan ocupado generando que dejas de llorar por lo que no tienes.
Si un cliente te dice que no, da igual. Tienes otros diez en la recámara.
Te curas de la enfermedad del “mi caso es diferente”. No lo es.
Los buenos contactos te empiezan a recomendar. Y los malos, se van solos.
Si hoy no vendes, al menos sembraste. Y eso ya es más que la mayoría.
Te conviertes en un yonki del sí. Y eso es adictivo de cojones.
Te ganas el derecho a decir “vendo porque me da la gana, no porque lo necesito.
¿Qué puedes esperar de este reto?
- Día 1: Deja de hacerte el longuis y coge el puto teléfono.
Las llamadas que llevas semanas posponiendo no se van a hacer solas. Hoy rompes el hielo… o te congelas para siempre. - Día 2: Si alguien ya te mostró interés, no seas tan tonto de dejarlo enfriar.
Haz seguimiento. No seas ese pringado que deja escapar ventas por “no querer molestar”. - Día 3: Que tu llamada no suene a llamada.
Personaliza o muere. Si no captas su atención en los primeros 5 segundos, estás fuera. - Día 4: Persistente, no pesado.
Aprende a seguir sin dar asco. Es un arte. Y tú vas a dominarlo. - Día 5: Las objeciones no son el fin. Son el principio.
Cada “no” es solo un cliente esperando que le des una buena razón para decirte “sí”. - Día 6: Si no sienten urgencia, no moverán un dedo.
Haz que el “ahora” sea más atractivo que el “luego”. Porque el “luego” es nunca. - Día 7: Cierra con dos cojones.
Las llamadas no son para charlar. Son para cerrar. Cada contacto, cada minuto, tiene que contar.
Cada día, una nueva oportunidad para mejorar, para superar tus límites, y para ver resultados reales.
Este reto no es solo sobre hacer llamadas, es sobre transformar la manera en que haces negocios.
¿Para quién es este reto?
Este reto no es para ti si:
- Prefieres quedarte en tu zona de confort.
- Buscas una fórmula mágica para vender sin esfuerzo.
- No estás dispuesto a enfrentarte a tus miedos y a hacer el trabajo que otros no quieren hacer.
Pero si estás cansado de esperar a que las cosas cambien, si estás listo para tomar el control de tus resultados, y si tienes las agallas para enfrentarte al teléfono y ganar, este reto es para ti.
No dejes que el miedo te controle.
Toma acción hoy y únete al reto.
Recuerda, el reto comienza el lunes a las 7 am.
No pierdas la oportunidad de transformar tu manera de vender.
